CUENTOS DISCLÁSICOS - LA BELLA DURMIENTE

Como no hay dos sin tres, aquí va el tercer cuento disclásico, y por ahora el último. Espero que os guste.

Verdad que todos conocéis el cuento de la Bella Durmiente, si hombre, ese que hay una bruja mala que dice que cuando se pinche con el huso de una rueca, una rueca es un aparato para hacer hilo que usaban las abuelas de nuestras abuelas, ¡madre mía!, las abuelas de nuestras abuelas, ¡cuánto tiempo!
Bueno el caso es que la bruja mala le hecha la maldición de que cuando se pinche con el huso morirá.
Pero… también hay una bruja buena, ¡qué pocas hay de esas! ¿Verdad? Esta bruja buena dice que cuando se pinche no morirá, sino que se quedará dormida hasta que llegue un príncipe azul y la bese. Entonces se despertará, se casarán y vivirán felices para siempre.

Pues bien, sí, todo eso pasa, pero lo que no cuenta el cuento es la verdad, La verdad es que al poco tiempo un príncipe, que había oído la historia, fue al palacio de la princesa para despertarla y la besa. Viendo que no se despierta, piensa que le han engañado y se va. Lo cierto es que la princesa si despierta, pero al ver que su príncipe no es azul, hace como que sigue dormida, y cuando nadie la ve; va en busca de la rueca, y vuelve a pincharse para quedarse otra vez dormida.

Y al poco tiempo, vuelve a aparecer otro príncipe que vuelve a besar a la princesa. Ella vuelve a ver que no es azul y vuelve a disimular, hasta que se hace de noche y todo el mundo duerme, entonces se levanta y va a buscar la rueca, se pincha y a dormir.

Así, pasan los años y los príncipes, que claro está no son azules,  la princesa cada vez vuelve a levantarse a buscar la rueca para pincharse en el dedo.

Bueno eso las 50 primeras veces, porque luego se casó de tener que levantarse a buscar una rueca, cada vez que un príncipe le daba un beso, por eso, a partir de entonces cogió una y la escondió debajo de la cama.

Así seguían pasando los años, hasta que la princesa se dio cuenta que nunca eran azules y cada vez eran o más feos o más viejos, o más…

Bueno que pensó, me quedo con el próximo o llegará un día que ya no habrá príncipe que merezca la pena. Y así fue como por fin, después de más de cien años la princesa decidió que el próximo beso sería el último. Y como todos ya sabemos:


COLORÍN COLORADO, LA PRINCESA YA SE HA CASADO

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